Sin titubeos, sin escrúpulos, sin retorno...le clavó el puñal en el pecho. Pobre bastardo, apenas pudo reaccionar en la cama de su amante antes de rodar, vencido, hacia el olvido. Y ella, impávida, se marchó sin dejar rastro, tras arrojar su arma (el botón delete) en una esquina del teclado...
1 comment:
Ta morte chouette!
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